Manguerazos de pasión
Serie Bomberos highlanders I
Editorial: Chochoflesh editores
Editorial: Chochoflesh editores
Género: romántico, erótico, viajes en el tiempo, mutantes.
Páginas: 636
Cubierta: Tapa dura, muy dura, pero mucho. Y sensual.
Precio: 12,95 €
Sinópsis
Soy consciente de que es un lugar común y un tópico empezar el análisis de la obra de Claudia del Moral por una de sus novelas más famosas que fue, además, una de las que cimentaron su fama como una de las autoras más pasionales y cachondas de la historia de la literatura. Pero, seamos sinceros, ¿podía empezar por otra parte?Páginas: 636
Cubierta: Tapa dura, muy dura, pero mucho. Y sensual.
Precio: 12,95 €
Sinópsis
La pasión que unió al sexi bombero Daniel y a la concienciada fotógrafa de calendarios eróticos Margaret no solo sacudió el parque de bomberos, sino que abrió un portal espacio temporal que los trasportó a la Escocia del siglo XV. Allí, entre vacas Agnus y peleas entre clanes, aprenderán a reconocer sus cuerpos con los ojos cerrados y la lengua fuera. Además, descubrirán el misterio del origen de Daniel y darán inicio al primer cuerpo de bomberos de las tierras altas.
Reseña
¿Quién no ha leído, emocionado y tocado con las aventuras de Daniel y Margaret? ¿Quién no ha deseado que esas seiscientas treinta y seis páginas de miradas, suspiros, sudor, jadeos, supuraciones y chorreos no se acabaran nunca? ¿Quién no tiene más de un ejemplar en casa porque el primero que se compró tiene páginas que ya no se despegan?
Manguerazos de pasión no solo situó a Claudia del Moral en el mapa de la literatura romántica, sino que la situó en lo más alto de un podio del que no se ha bajado. Lectores, críticos y el resto de autoras de novela romántica solo pudieron rendirse ante un talento que parecía fuera de este mundo y a un libro complejo, adictivo y muy caliente. Como dijo John Roberts, crítico de la revista "Tetas, cabras y campanarios", (...) impresionante novela y adictiva historia pese a que la presencia de un campanario sea algo anecdótico y solo sirva para lanzar desde lo alto las bragas de las solteras que buscan marido a las manos del santo del pueblo. La dueña de la braga que quede enganchada en la mano del santo se casará al año próximo.
Pero, ¿a qué se debe el éxito de Manguerazos de pasión? Selena Waits, editora del blog "Petalos de palabras" lo atribuya a la perfecta unión de varios factores: una historia fascinante, un paisaje encantador tanto en la época moderna (¡quiero ir a Detritus, ya!) como en todo lo que acontece en el pasado, unos personajes maravillosos, una heroína con la que cualquier lectora se identifica, un bombero highlander que es para devorarlo todo y que te arda por dentro y penes, muchos penes.
No puedo estar más de acuerdo con esta afirmación de Selena Waits. Daniel y Margaret, pese a los años que han pasado desde su publicación, siguen siendo una de las parejas favoritas de los lectores.
Cuando la revista virtual especializada en protagonistas masculinos de novela romántica Torsos que ñam ñam hizo una votación para elegir al protagonista del siglo, Daniel Expósito se colocó con comodidad en el cuarto puesto. ¿Qué tiene este protagonista que sigue arrancando suspiros y jadeos a lectoras y lectores? Repasemos su historia.
La historia de Daniel empieza una fría noche cuando alguien lo abandona en el convento de Las Hermanas de la Eterna Vergüenza. Allí crecerá siendo un niño triste y solitario que solo quería una familia y dejar de sentirse extraño en un mundo que no conocía. Un día, un incendio arraso el convento y él fue el único superviviente. Los bomberos que habían acudido al rescate decidieron quedarse con ese niño que se enfrentó a las llamas con una silla y un bidón de gasolina y convertirlo en la mascota del parque. Con el paso de los años, su cuerpo se esculpió en mármol y acero con el único objetivo de convertirse en una perfecta máquina de matar llamas a golpes de calor, sudor y peligro. Siempre fue un niño tímido al que no le gustaban las personas y solo quería que lo dejaran en paz y concentrarse en su sueño. Creció y sus trabajados músculos rasgaban cualquier prenda de ropa que besara su cuerpo, consiguió su sueño y se convirtió en uno de los bomberos de la ciudad de Contrades, pero descubrió que ser bombero no era suficiente. Sin amigos, sin familias, sin mujer. Le gustaría enamorarse, pero solo vive relaciones que concluyen con un estertoreo movimiento de cadera y un te llamaré que nunca se concretará porque Daniel jamás ha podido acostumbrarse a los teléfonos. En el parque de bomberos solo tiene conflictos porque sus compañeros no aceptan su independencia y su insistencia que los incendios puede apagarlos solo, que no necesita a nadie, que se bastan él y su larga, gruesa y potente manguera. Y cuando parece que se resignaba a una vida tranquila y gris como el hollín que dejan los rescoldos del amor, aparece en el parque de bomberos una belleza rubia armada con una cámara de fotos que trastocara su vida por la que sentirá una pasión que rivalizará con cualquier incendio.
¿Y por qué gusta Daniel? Es guapo, atormentado, con un mundo interior enorme e infinito. Le gustan las marinas, ayudar a monjas a hacer repostería y cuando se quita la camiseta no se masturba los abdominales mientras se mira en el espejo, sino que se mete rápido en la ducha. Es capaz de los mayores sacrificios por amor y de soltar hostias como panes a quien se lo merece. Es ingenioso, algo faltón y tienes unas manos enormes y bien proporcionadas. Y cuando su cuerpo se encuentra con el de Margaret, juntos escriben algunas de las páginas más calientes y cachondas de la literatura contemporánea.
¿Y Margaret? ¿Por qué gusta tanto como personajes? Su historia la conocemos todos. Margaret es una bella fotógrafa que tiene que malvivir haciendo calendarios eróticos, pero que sueña con poder dedicarse por entero a su colección de peluches de niños disfrazados de animales famosos. Siente que su trabajo está mancillado por otra sesión de poses eróticas de jugadores de voleivol o nadadores y que no tiene ningún aliciente ver músculos perfectos o nalgas duras como el acero valyrio. Recién salida de una relación que le dejó el corazón destruido, lo que menos quiere es sentir algo por un hombre. Pero cuando la contratan para hacer fotos eróticas en un parque de bomberos y por su objetivo ve una mirada llena de tristeza, unos pecho masculino y un pantalón ajustado que rezuma mundos y viajes increíble, no puede evitar que las rodillas le tiemblen y necesite que esos fuertes brazos la sujeten. Lástima que ese cúmulo de maravillas sean propiedad de un bombero tan insolente y desagradable como ese tal Daniel. Pero una noche la pasión entre los dos estalla y sus pechos, "uno duro como el acero que forjan los elfos, el otro turgente y lleno de vida", y sus embestidas, gemidos, gritos y devastadores orgasmos provocan una fisura en el espacio tiempo que los lleva a la Escocia del siglo XV donde vivirán las más provocativas aventuras y donde Daniel descubrirá el secreto de su origen y Margaret el sentido de su vida.
Margaret es un personaje independiente, fuerte, seguro y capaz de vivir su sexualidad de forma muy abierta gracias a una envidiable flexibilidad. No se amedrenta ante el peligro y mantiene una relación con Daniel basada en el respeto y la pasión.
Y ambos rodeados por una galería de personajes secundarios que son el sueño y la envidia de cualquier escritor. Desde Tomboto, el alegre juglar condenado a tener un pezón que habla en sueños, hasta la pérfida Rebecca de Husley que con sus bíblicas caderas provoca la discordía entre dos reinos. Y qué decir del malvado Humberto McGargara, patizambo, gordo, adiposo, con la cabeza muerta de su hermano gemelo entre los omóplatos, oliendo a col lombarda y con un pene bífido que solo ansía poseer a Margaret y así coronarla reina de los mutantes subterráneos. O el maravilloso personaje de Madre Alberto, bruja, mago del rey, guardiana de los portales, protector del lago. Y las propias Highlands, claro, un paisaje perfecto que Claudia elevó a mítico.
Manguerzos de pasión sigue siendo una de las más perfectas muestras del enorme talento de Claudia del Moral para la novela romántica en su vertiente histórica/mutada con escena picantes y de destape. Uno de esos escasos placeres que da la literatura y que siempre se quiere leer, releer y acariciarse.
- Eres insoportable. No eres un bombero... como mucho llega a bomb - dijo Margaret mientras le lanzaba un ejemplar del calendario -. Te crees alguien, pero no eres más que... ¿Por qué me miras así?
Daniel la estaba taladrando con su mirada. Sus jugosos labios entreabiertos, el pecho agitado, la mirada febril recorriendo su cuerpo. Margaret deseó llevar algo más que el salto de cama rojo que le había regalado su abuela en su lecho de muerte. "Lo llevaba puesto cuando conocí a tu abuelo. Espero que tú lo lleves cuando conozcas al hombre de tu vida". Y precisamente esta noche se lo tenía que poner... esa fatídica noche mientras revelaba las fotos del calendarios de los bomberos y sus ojos recorrían de nuevos sus duras facciones, su pecho duro, amplio, recubierto de un ligero vello que quería ensortijar entre sus dedos, sus ojos tan tristes...
Manguerazos de pasión, capítulo 4
Humberto se quitó los pantalones dejando a la vista unos sucios calzones.
- Ahora verás, bella Margaret, lo que el clan McGargara sabe hacer.
- No, por favor.
Con torpes dedos desabrochó los botones y dejó caer los calzones. A ojos de Margaret mostró el motivo por el que le llamaban Humberto el Doble Ojo.
- Esta cabeza se llama Sam y esta otra se llama Manta, saludad chicas.
- Hoooola - gritaron al unísono dos voces agudas y desagradables que emergían de la entrepierna de Humberto.
Manguerazos de pasión, capítulo 57
- La amas - dijo con una sonrisa Madre Alberto.
- No.
- No lo niegues, Daniel McCallister. Ella es tu destino como tú eres el de ella.
- Pero...
- No existen los peros cuando se trata de amor verdadero y si las circunstancias que nos rodean fueran otras la podrían invitar a dar un paseo por el lago o regalarle unas flores, pero no tenemos tiempo. Debéis cubriros uno al otro antes de la noche de Mijunris. Vuestros cuerpos deben ser uno, vuestras mentes deben ser una, vuestros fluidos deben mezclarse y llenar la copa de Agatha Misreina para que el mundo se salve.
Manguerazos de pasión, capítulo 134
Era tan hermosa. Su cara resplandecía a la luz de la hoguera y sus labios buscaban calmar su sed.
- Hazme el amor, Daniel. Entra en mí, lléname...
- No sé...
- Me deseas, lo sé. Esto no miente.
Y con delicadeza, pero con fuerza, Margaret intentó envolver entre sus manos el enhiesto y orgulloso pene de Daniel y empezó a acariciarlo. Él ahogó un suspiro y su respiración se agitó. Alargó una de sus manos y envolvió uno de sus pechos. Pellizcó un pezón y ambos de perdieron en los ojos y los jadeos del otro.
- Margaret.
- Adelante, Daniel, haz lo que sabes hacer por profesión y nacimiento. Demuestras que eres un bombero y apaga con tu manguera el fuego que me consume por dentro.
Manguerazos de pasión, capítulo 238.